piedras pegajosas se aprovechan de mis pies,
y voy saltando para evitar su deseo...
mojado hasta los tobillos, voy acercandome a la luz...
mis ropas se desgarran y voy perdiendo mi verguenza...
el camino parece terminar, pero realmente es inmenso...
intensas rafagas de viento despeinan mi cabello,
y el sol lo quema para darle otro color...
sin haber llegado a la luz puedo sentir la paz
y me siento a esperar el proximo turno...
en menos de un segundo estoy volviendo desde donde empece...
y en una adrenalina infinita la historia vuelve a comenzar...
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